Ayer estaba yo sentado en las escaleras de la iglesia del Refugio frente al nuevo parque Hidalgo, Jugando Megaman Power Up en mi PSP.
Ya llevaba 2 juegos sin pasar la primera pinche misión y tenía prisa de que me quedaba poca batería para poder seguir perdiendo el tiempo, mientras mi gente llegaba a misa. (Hubo misa especial en memoria de un familiar).
Yo estaba endiosado con mi videojuego portátil cuando de reojo al suelo, veo que se pararon un par de pies con zapato destapado de mujer, y al subir la mirada (esperando ver a un familiar), de la boca de una completa desconocida, de ojos cafés y pelo rubio, con facciones finas y de muy buen ver, salen las palabras ¡Ya no juegues tanto!
Nos reímos y mientras ella seguía su camino yo le ponía pausa a mi chingadera…cuando volteé la mujer se había encaminado hacia atrás de mi siguiendo rumbo a su casa (creo), y tenía también muy bonita espalda (pa no decir culo), por un momento dude en seguirla para pedirle su nombre, telefono o algo así. Y en eso, voltea sonriendo hacia mí para observar mi reacción, mientras seguía caminando.
Fue entonces cuando recordé que cuando yo digo piropos, no espero respuesta alguna, que me sigan para decirme algo, o invitarlas a salir ni nada. Sólo me satisface la reacción de las mujeres cuando les mueves el mundo.
Yo creo que a ella le gustó hacer lo mismo, por lo que no busqué complicaciones ni para ella ni para mí. Creo yo que ya habíamos hecho nuestro día con sólo sonreír juntos.
No se si la vuelva a ver de nuevo y la recuerde, solo se que ayer sonreí junto con una desconocida y me sentí muy bien saber que no fui yo quien provocó ese encuentro, y cómodo al saber que aún soy agradable a la vista. Sin pensar más acerca del encuentro, quité la pausa y seguí jugando.
Yo estaba endiosado con mi videojuego portátil cuando de reojo al suelo, veo que se pararon un par de pies con zapato destapado de mujer, y al subir la mirada (esperando ver a un familiar), de la boca de una completa desconocida, de ojos cafés y pelo rubio, con facciones finas y de muy buen ver, salen las palabras ¡Ya no juegues tanto!
Nos reímos y mientras ella seguía su camino yo le ponía pausa a mi chingadera…cuando volteé la mujer se había encaminado hacia atrás de mi siguiendo rumbo a su casa (creo), y tenía también muy bonita espalda (pa no decir culo), por un momento dude en seguirla para pedirle su nombre, telefono o algo así. Y en eso, voltea sonriendo hacia mí para observar mi reacción, mientras seguía caminando.
Fue entonces cuando recordé que cuando yo digo piropos, no espero respuesta alguna, que me sigan para decirme algo, o invitarlas a salir ni nada. Sólo me satisface la reacción de las mujeres cuando les mueves el mundo.
Yo creo que a ella le gustó hacer lo mismo, por lo que no busqué complicaciones ni para ella ni para mí. Creo yo que ya habíamos hecho nuestro día con sólo sonreír juntos.
No se si la vuelva a ver de nuevo y la recuerde, solo se que ayer sonreí junto con una desconocida y me sentí muy bien saber que no fui yo quien provocó ese encuentro, y cómodo al saber que aún soy agradable a la vista. Sin pensar más acerca del encuentro, quité la pausa y seguí jugando.
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