Llega un Norteño, botudo, bien dado y bogotón a la oficina de telegrafos y le dice al telegrafista:
- Necesito enviar un mensaje al amor de mi vida (con el tonito golpeado caracterizco del norte)
- claro que si, dícteme por favor (dijo el telegrafista mientras se acomodaba los lentes)
- Amor mio, quiero decirte que el tiempo que he pasado en tu ausencia me ah sido muy dificil...
(agarraba aire mientras el telegrafista terminaba la frase.)
... extraño tus besos
extraño tu mirada
extraño tu sonrisa
extraño tus caricias
y extraño sobre todo tus nalgas
rodaciano.
- Oiga... (haciendo una pausa en la escritura el telegrafista pregunta) ¿Como se pone Rodaciano?
El norteño, dándole la espalda y sin doblar las rodillas, pone las manos en el sueño y contesta: ...Así!
